El padre del sintetizador nació en Nueva York en 1934 y se recibió de ingeniero físico. De niño construía theremins con su padre y desde muy joven empezó a experimentar con instrumentos electrónicos.
En 1963 tuvo un encuentro casual con el profesor de música y compositor experimental Herbert Deutsch, cuya búsqueda para sonidos electrónicos inspiró a Moog a crear el Primer Sintetizador Modular Moog.
A Moog se le ocurrió apartar los theremins y los amplificadores portátiles de guitarra para darle a los osciladores electrónicos un destino musical, luego trabajó hasta conseguir la unión de varios circuitos, un par de osciladores, amplificadores y un modulador. Lo original del diseño fue que Moog usó el control de la tensión para variar el tono del oscilador o el volumen del amplificador.
En octubre de
1964, Moog pudo mostrar su prototipo
en la Convención de Audio de la Sociedad de Ingeniería y allí recibió los
primeros pedidos. Al tiempo se encontraba metido en el negocio de la
fabricación de sintetizadores, pero la mayoría de las entregas tenían como
destinatarios a las universidades, academias y músicos experimentales.
La explosión de los sintetizadores llegó de la mano de un joven compositor llamado Walter Carlos, quien se puso a grabar versiones electrónicas de piezas clásicas de Johann Sebastian Bach. Más tarde las volcó en el álbum Switched on Bach de 1968 que fue un éxito masivo, vendió más de un millón de copias, se mantuvo en las listas de Billboard durante cinco años, y le dio a Carlos tres Grammys.
Lo más importante fue que se creó una gran demanda de sintetizadores y fue así como el Sintetizador Moog salió del ámbito académico para ganar masividad.
Aun mayor éxito tuvo el Minimoog® lanzado a finales 1970, un sintetizador de interpretación compacto basado en la tecnología de productos modulares Moog, más económico y transportable, que es hoy una joya de coleccionistas conocido como el “Santo Grial de los sintetizadores”.
Moog participó en el disco Abbey Road de los Beatles y de la película La naranja mecánica de Stanley Kubrick. Bandas como Genesis, U2 y The Police usaron su sintetizador, el que también fue convertido en instrumento de culto por Pink Floyd y Kraftwerk.
Publicado en www.tsiul.com en agosto de 2005.
La explosión de los sintetizadores llegó de la mano de un joven compositor llamado Walter Carlos, quien se puso a grabar versiones electrónicas de piezas clásicas de Johann Sebastian Bach. Más tarde las volcó en el álbum Switched on Bach de 1968 que fue un éxito masivo, vendió más de un millón de copias, se mantuvo en las listas de Billboard durante cinco años, y le dio a Carlos tres Grammys.
Lo más importante fue que se creó una gran demanda de sintetizadores y fue así como el Sintetizador Moog salió del ámbito académico para ganar masividad.
Aun mayor éxito tuvo el Minimoog® lanzado a finales 1970, un sintetizador de interpretación compacto basado en la tecnología de productos modulares Moog, más económico y transportable, que es hoy una joya de coleccionistas conocido como el “Santo Grial de los sintetizadores”.
Moog participó en el disco Abbey Road de los Beatles y de la película La naranja mecánica de Stanley Kubrick. Bandas como Genesis, U2 y The Police usaron su sintetizador, el que también fue convertido en instrumento de culto por Pink Floyd y Kraftwerk.
Publicado en www.tsiul.com en agosto de 2005.
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