miércoles, 18 de diciembre de 2013

“Vamos a rescatar el 99,99% de la documentación”



Son las 5 de la tarde del jueves 31 de octubre. El ministro de Defensa argentino, Agustín Rossi, está en una reunión en su despacho del Edificio Libertador, pero lo interrumpen, tiene una llamada telefónica y le dicen que es urgente. El jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, brigadier Mario Callejo, le informa que en el Edificio Cóndor (sede de la Fuerza Aérea argentina) se encontró documentación que parecía ser de la última dictadura militar y le pide instrucciones. El ministro envía a un equipo de colaboradores cercanos que, en el subsuelo del lugar, se encuentra con dos cajas fuertes cerradas, dos estanterías y dos armarios llenos de documentación. El material es, efectivamente, de la dictadura, pero en ese momento no se sabe si es información de relevancia o meros registros administrativos. El grupo vuelve al ministerio con parte del material y en el transcurso de las horas se va dimensionando la importancia del hallazgo. Antes de que termine ese día, Rossi decide trasladar todo el archivo a otro lugar, donde estuviese “más resguardado, sobre todo, del entorno ambiental”. Explica, en esta entrevista, que la documentación estaba en un sitio de tránsito casi nulo, sucio y con humedad. Después de trabajar todo el fin de semana, cuenta Rossi, el domingo entendió que el material era lo suficientemente importante y decidió convocar a una conferencia de prensa para el día siguiente para hacer público el descubrimiento.