Foto: Andre Gaetano.
“Un nadador en lo abierto
y el agua deja de ser incierta”
Alicia Genovese (Aguas).
y el agua deja de ser incierta”
Alicia Genovese (Aguas).
Muchos artistas se sumergieron en la natación. Uno de los más conocidos fue John Cheever con su cuento El nadador (1964): Ned Merrill está pasando un día de verano en una fiesta pero decide volver a su casa nadando por todas las piletas del barrio. Luego Hollywood lo transformaría en una película protagonizada por Burt Lancaster. Otro norteamericano, F. Scott Fitzgerald, escribió bastante antes, en 1929, el cuento Los nadadores.
Más acá en tiempo y espacio, en el bello libro Aguas (2012), la poeta argentina Alicia Genovese escribe: “nadar es hablar con la respiración”, celebrando a María Inés Mato, nuestra nadadora estrella contemporánea de aguas abiertas. Y Héctor Viel Temperley con su clásico poema “El nadador”: Mi cuerpo que se hunde / en transparentes ríos y va soltando en ellos / su aliento, lentamente, / dándoselo a aspirar / a la corriente. Y Juan Forn que en Nadar de noche (¿su mejor cuento?) hace decir a uno de los personajes que la muerte es “como nadar de noche, en una pileta inmensa, sin cansarse”.