En el lobby del hotel Intercontinental de la ciudad de San Pablo hay una chimenea que parece una falsa chimenea, con ese fuego de mentira que inventaron los chinos para poner de adorno a las velas de mentira. Pero no, es fuego de verdad, al acercarse se siente el calor. Fuego medido y controlado. Lo demás es todo lo convencional que se puede ver en los hoteles considerados de lujo: alfombras, vidrio, mármol, sillones mullidos, colores sobrios, etcétera.
miércoles, 22 de abril de 2015
Sandía, kiwi y caras serias
En el lobby del hotel Intercontinental de la ciudad de San Pablo hay una chimenea que parece una falsa chimenea, con ese fuego de mentira que inventaron los chinos para poner de adorno a las velas de mentira. Pero no, es fuego de verdad, al acercarse se siente el calor. Fuego medido y controlado. Lo demás es todo lo convencional que se puede ver en los hoteles considerados de lujo: alfombras, vidrio, mármol, sillones mullidos, colores sobrios, etcétera.
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